De regreso al trabajo
me encasillo en mi estudio
a divagar palabreríos,
renglones de diversidad.
Diversidad cultural,
culturas alternas
de simples costumbres,
también duras tradiciones.
Me hablas de un mundo
de responsables libertades
inspiradas en el ejemplo
de un político sin cargo.
Creo en la verdad 
de tu mundo,
pero no como mi verdad
ni la verdad de mi mundo.
A prueba siempre
me despierto alerta,
observador y pienso 
que tanto me juzgarán.
Reconozco el fracaso,
de haber entrado 
en este juego,
de estados conjugados.
Estados de los mundos,
hasta el cielo
que se abre inocente 
e infantil cada dia.