jueves, 18 de diciembre de 2014

Los mundos, hasta el cielo_por Joaquín Lukac

De regreso al trabajo
me encasillo en mi estudio
a divagar palabreríos,
renglones de diversidad.

Diversidad cultural,
culturas alternas
de simples costumbres,
también duras tradiciones.

Me hablas de un mundo
de responsables libertades
inspiradas en el ejemplo
de un político sin cargo.

Creo en la verdad 
de tu mundo,
pero no como mi verdad
ni la verdad de mi mundo.

A prueba siempre
me despierto alerta,
observador y pienso 
que tanto me juzgarán.

Reconozco el fracaso,
de haber entrado 
en este juego,
de estados conjugados.

Estados de los mundos,
hasta el cielo
que se abre inocente 
e infantil cada dia.

domingo, 30 de noviembre de 2014

A ese Dios_por Joaquín Lukac

Te descubro misterioso
adentro mío,
tomando mis cosas 
y cambiándolas a bien.

Te miro y me descubro
en mi más perfecta idea,
idea tuya
transformando mi exterior.

Te adoro
como Ser Primero,
que me creó
perfecto y simple a la vez.

De amistades indecifrables,
inmaculadas y eternas,
de uniones ideales
y confesiones cara a cara.

Tu confianza me inspira
de regreso
a mis entrañas
a pensarte como hermano.

De palabras mudas
y miradas llenas
de artes místicos 
y obras majestuosas.

Gratos encuentros
me nutren,
estando en vos,
o vos en mi.

miércoles, 2 de julio de 2014

"Verano azul", L.W. Pancotto



Cautivado quedo, ahogado
De palabras
Por el replanteamiento obtuso
De mi interior
Deshecho, desarmado;
Qué cuento tan
Desigual, jerárquico
El de tus inexploradas intimidades,
Adversas
Incluso para aquellos
Que en rocas navegan
Y en profundidades
Vuelan.

Qué lento
O qué tan rápido
Desisten los minutos
Tus segundos, las horas
Eternas
O ya pasadas
De tu inconclusa permeabilidad
Tu solubilidad, tu mirada
Saturada de memorias pacientes
De recuerdos latentes
De deseos resguardados
De honestidades perseguidas
De purezas, olvidadas por almas;
Desencuentros tangibles, tristezas
Irrelevantes para tu crepúsculo
Frágil
Callado
Cálido, risueño;
Rocío, estrella
Azul.

Lluvia tibia, aroma
A cantos, risas
A respiración;
A ríos, árboles, inquietos
Bajo el viento mojado, desenvuelto
Como tus latidos, descansados
Canción inverosímil para mis oídos
Desacostumbrados, incrédulos
Ateos a lo tuyo,
Deseosos, sin embargo
De fe
Salvación, creencia
Incuestionada
De paz nocturna;
De inmersión sin dudas  
En las tranquilidades, en las noches
De los campos en verano; la luna
Como testigo
El frío como ausente
Tu promesa como compañera.

jueves, 1 de mayo de 2014

Pensamientos durante un atardecer, crepusculo y noche- L.W. Pancotto



Lo que baja no sube
hasta que amanece la posterioridad
se esconde, oprimido por sueños
el  Sol;
Y la noche, comprensiva
adopta su predominante forma, creando cierto sopor,
pero a su vez una extraña inquietud
amuebla nuestro interior.


Comprensiva porque, a pesar de que mira,
Con sus ojos disfrazados de estrellas,
Y escucha con su profundidad inalterable
Y su falta de luz, su cautivante infinidad
Atravesada por el territorio;
Y a pesar de ser testigo,
A pesar de que la Luna,
Curiosa, irresuelta, desenvuelta,
Observa sin secretos, entra por mi ventana,
No reprocha ni se burla
De esta irracional entrega.



Irracional porque no se explica,
No tiene porque hacerlo;
Aquello se vive, se transmite
Se respira;
Pero el entendimiento jamás invade
Nuestra limitada conciencia,
Nuestra capacidad de abstraernos
En un sentido ilógico.


Y me mira, nos observa, callada
En su vacilante quietud
Y me doy cuenta
Cómo va consumiendo la luz
Para combustionar en oscuridad
Una oscuridad lenta, pero nerviosa
Desconocida, pero pura, perfecta;
Y en esa combustión, sin contaminar
Envuelve el aire, fresco, pesado en tinieblas;
Lo envuelve en el aroma
De misterios irresolutos
De desencuentros olvidados
De lágrimas mudas
De alegrías interrumpidas
De falacias, denominadas esperanzas
De sueños reales, fantasías concretas
Amores temporales, mareas en la vida.

Qué rápido que oscurece
Qué apuro tiene la negrura
En regar al mundo, fertilizarlo
Como el rocío;
Será como la marea,
Indispuesta hasta que la Luna,
Con su gravedad, su seducción
La llama, la atrae
La libera.

Y serán las estrellas
Simples residuos inevitables
De lo que una vez fue la luz, el Sol;
Eso que, en el fondo era un dictador
Obligando con sus rayos
A ver.


Cómo encandila aquel
¿Por molestar, o por frustración?
Se dice que es por prepotencia, porque sabe
Sabe que lo reducirán a nada
Lo obligarán, como a un niño
A dormir de noche, hasta que amanezca.



Y en insomnios nublados
Te siento, te escucho
No te veo, pero qué más da;
Tu presencia, ese aroma
Eriza mi ceguera
Agudiza mi conciencia
Tu calor me busca
Me habla por mi nombre
Me aturde, me confunde
Pero me encuentra.
Y se da, cuando yo me despojo
De todo conocimiento, de todo interés,
Cuando la racionalidad se plasma y desaparece
En los deseos del otro.

Y la Luna nos mira
Y ríe;
No se burla, ni son carcajadas
Sus sonidos absurdos
Tan solo se percata
De la eterna y soluble situación
Mientras su soledad es irónica
Ante los ojos del Sol.

sábado, 29 de marzo de 2014

Mar adentro- Lucas Willy Pancotto

En encuentros silenciosos
Te busco, buscándome a mí mismo
En tu presencia adentrada
En tu existencia de todo relevante,
Ahogándome para revivirme
Llenando mis pulmones para que pueda
Gritar
Y cantar la música que en ti me inspira
Para volver a buscarte.
Buceo en tu mar
De lágrimas derramadas
 Por mi miseria
La miseria de no asentarme
De no encontrarte, por no buscarte
Buceo sin artilugios
Con la esperanza de ahogarme
De quedarme allí, de no poder salir

Pero el carnal deseo de un respiro
Fuera de las aguas inabarcables
Corrompe mi pobreza, la llena
De vacíos inexplicables, indignados
Insatisfechos, irrecuperables
Como descontentos irracionales
Buscando saciar mi sed en medio del desierto.

Y vuelvo, endeudado
Deshecho, quemado
Endeudado con vacíos, sanguijuelas
Falacias de mi propia elección
De no existir
Vuelvo al mar, como una utopía del desierto
Para mi propia lengua
Saciándome, ahogándome
Renovándome, llenando los vacíos
Por simple difusión
Humedeciendo  mi aridez
Por amor, dándose al hacerlo
Pero nunca perdiendo una gota. 

"Él le dijo: 'Ven', Pedro bajó de la barca y se echó a andar sobre el agua..." Mateo 14, 22-36

Ecos de luz- Lucas Willy Pancotto

Rumor de anochecer, silencioso
Pero histérico
Tal vez llamativo, hasta exasperante
Rumor de las hojas
De un verano lejano, pasado
Triste como aquellas cosas
Que el tiempo se lleva
A esa tierra que no conocemos
Pero llamamos olvido.

Rumor de las calles
De las luces, y del tiempo
Que pasa tan acelerado
Retorcido, corrupto
Sin descanso,
Exhausto
Sin Pausa, ni paz
Sin encontrar otras cosas
Que no sean su propia ganancia
O pérdida, pérdida de sí misma
Invirtiéndose
Con el solo fin de reciclarse
Sin antes purificarse
Contaminándose así cada vez más.



Y el eco
De cosas que ya no están
Que terminaron, o fueron terminadas
Por espectros anónimos
Que devoran y luego vomitan
Esos ruidos espectaculares
En forma de recuerdos
Efectivamente: ecos
Ecos que hacen repercutir
La conciencia envenenada
De los inocentes con culpa
Que vagabundean las mentes
Con oídos que no escuchan
Otra cosa que no sean  ecos

Ecos de libertad, ecos de fraternidad
Ecos de las tierras
Castas, intocables, sinceras
Sencillas, pero magnificas
Como la luna
Tan lejana, pero tangible
Tan pura, pero brillante
Lúcida, iluminando caminos
Esos caminos que llevan
A la victoria más utópica
Soñada, inalcanzable
Sin embargo necesaria
Para la existencia en si misma
Esencia de todo aquello
Que ama o ha amado
Pues, ¿Qué victorias
Pueden haber más gloriosas?

Que la Verdad en si misma 

miércoles, 19 de marzo de 2014

"Irrelevante"- Lucas Willy Pancotto

                Alturas
Aquella fobia que al
Hombre de piedra y hierro rompe
Quiebra, sugestiona
Hasta entristecer al alma perceptiva
De aquel que observa
La decadencia, la sublime caída
De aquellos que temen
Se rehúsan
                               A volar

Hasta la luna
Queso del cielo
Luz fermentada
De aquella figura
Que todo lo ve
O nada encuentra
Ya que sus ojos
                No existen

Sonido salado
Que a todo sabor das, acentúas
Pero sin nunca contaminar
                La verdad
Ni la sinceridad de aquel
Que con sus puertas de cristal
Encuentra
El viaje al todo
O el descanso a la
                               Nada
Oscura pero inocente
Ya que de culpables
Se abastece
Y a los justos perdona
Soltando a los inculpados
Liberándolos de sus
                Alcatraces

De hielo, absorbente
Putrefacto
De comer tantas memorias
De cosas que son olvidadas
Por las almas desinteresadas
Por sus propios intereses
Que revolucionan
Sin cambiar
La oscuridad que
De ellos se alimenta.



Crece, deforme
Desconforme con su
Falacia existencial
Decidiendo en inacciones
No existir
Ni relevar en esos
                               Mares
Aguas en las que nadan
Los recuerdos
Más olvidados
                De la isla
En la bahía de
Todos o
                               Nadie

Porque ya no les importa.